ARTURO
"Yo soy originario de la ciudad de Mercedes y hace 34 años trabajo de forma independiente como ingeniero agrónomo en Miguelete. Siempre me sentí muy involucrado con la parte social y educativa del pueblo porque es una comunidad que me ha dado mucho. Tengo cinco hijos que han pasado por la educación pública: hijos universitarios recibidos, hijos chicos que están yendo a la escuela y otros que están en el liceo.
Si bien soy foráneo me siento migueletense. Acá todo lo que uno se propone se logra. Todo el mundo colabora, trabaja y se vincula. Es un lugar muy colaborativo y hay un gran orgullo por el pueblo. Es cuestión de revolear el poncho y enseguida aparece gente para colaborar, ya sea económicamente o dando una mano.
Como padre siento mucho orgullo de que mis hijos crezcan en un entorno así, que desde chicos sientan ese sentido de pertenencia a la comunidad. Lo más importante para mí es que sean buenas personas y sean solidarios con el resto porque eso hace que las sociedades cambien.
Es muy importante comprender que la única forma de que mejore la comunidad es que todos empujen hacia el mismo lado. Yo creo que todas las comunidades tienen personas para hacerlo, solo que a veces ellos mismos se subestiman.
Actualmente soy presidente de APAL, directivo de la comisión del hogar de ancianos e integrante de este proyecto que surge entre el liceo, la escuela y el baby fútbol. ¡Es un proyecto que nos genera mucho entusiasmo! Creo que involucrarse en esto hace que empieces a ver cosas que antes no veías.
Veíamos niveles de repetición de primer año de liceo preocupantes y, si bien estábamos por debajo del nivel nacional, para nosotros cada repetición tiene un nombre y apellido.
Lo que queremos a futuro es lograr intervenir un poco más a nivel de secundaria con tutorías entre pares. Que un amigo esté ayudando a otro amigo, ya sea en el liceo o en su casa. También nos gustaría articular un poco más la parte educativa entre los docentes del liceo y los maestros de la escuela. Es decir, tender un puente entre primaria y secundaria, que hoy en día están un poco compartimentados.
Para mí los cambios se hacen de abajo hacia arriba, las cosas no se cambian por un decreto o una norma sino por la voluntad de cambiar. Va tan rápido el cambio del mundo en todo aspecto que uno tiene que ir mucho más rápido. Eso es algo que a uno lo alienta a estar en este tipo de cosas para ayudar a preparar a los chicos para el mundo que viene.”
