Diego

"Yo me inicié en la apicultura a los 13 años. Mi padre no era apicultor, pero quería que tuviera las herramientas para poder trabajar en este rubro. ¡Enseguida me gustó! La apicultura es una pasión. Entre apicultores siempre estamos hablando de abejas.

mauricio


Creo que en Uruguay no hay suficiente conciencia de la importancia que tiene la abeja para el agro, para la fruticultura y para los ecosistemas en general. Las abejas son las centinelas del medio ambiente. Si hay abejas quiere decir que es un ecosistema sano y puro. Son un indicador de biodiversidad y está comprobado que la producción aumenta cuando hay colmenas en el ecosistema como resultado de la polinización de las especies.

Para nosotros, como apicultores, es de gran importancia la forestación. Es una relación muy buena porque obtenemos lugares de excelentes aptitudes mielíferas. Ahora estamos trabajando en montes de árboles que favorecen la producción de miel y, a su vez, tenemos mucho monte nativo que también nos da un gran volumen de miel y un aporte nutricional proteico para el desarrollo de la colmena.

Estos lugares nos permiten permanecer dentro del esquema orgánico, que es una miel que está siendo requerida a nivel mundial, lo cual es muy positivo.

Nosotros somos conscientes de que producimos miel para el mundo y de que tenemos que ofrecer un producto de calidad. Ahora, con la certificación orgánica, hay que demostrar la calidad del producto mediante la toma de registros y somos conscientes de que estamos en un eslabón de la cadena muy importante."

Mauricio

“Lo más admirable de las abejas es su organización de trabajo: ellas nacen y mueren trabajando, dando todo por su núcleo. Creo que para trabajar en equipo es fundamental no ir pensando en qué puedo sacar, sino en lo que puedo dar.”

Mauricio

"No se trata solo de vender miel, sino de conformar un grupo humano. Sacamos a flote la solidaridad, un valor que estaba bastante dormido en el gremio. Logramos tener proyectos en común, ayudarnos y solidarizarnos entre todos."