Virginia

“Nosotras empezamos por investigar qué era un CAIF y cómo funcionaba, además de buscar un lugar para hacerlo. Después empezamos a ir a reuniones en Montevideo. Me acuerdo que en la primera reunión con Plan CAIF nos pidieron una proyección a 5 años de cuántos niños podrían venir y no teníamos ni idea de cómo averiguar."

"Primero salimos casa por casa a buscar información para ver cuántos chiquilines había, cuál era la necesidad, si los padres querían esto, ver qué les parecía la idea, etc. Lamentablemente muchos de los niños que lo necesitaban cuando fuimos a preguntar ya están pasados de edad ahora que abrimos, pero igual es algo que queda para la comunidad.

Cuando llevamos todo, hasta la cédula de los chicos, vieron que sí y nos pidieron firmas de la población. Ahí salimos a buscar firmas. Íbamos y veníamos hasta que el año pasado vinieron y nos dijeron que sí después de que conocieron esta casa. La oportunidad surgió cuando el dueño se enteró de lo que estábamos haciendo y nos dijo que quería contribuir con nuestro proyecto de alguna forma. Nos regaló el valor de la mitad de la casa y teníamos que poner 50 mil dólares más. Le dijimos que sí, ¡aunque en ese momento no teníamos un peso ni para crear la persona jurídica!

Igual le dijimos que sí y empezamos a pedir apoyo a distintas empresas, a la Intendencia y particulares y así llegamos a juntar 35 mil dólares que fue lo que le entregamos. El resto lo hicimos en cuotas que las estamos pagando todos los meses. Son 500 dólares que se juntan haciendo diferentes actividades.

caif

Nos vamos repartiendo, cuando hay que hacer algo siempre está el marido de alguna o mi padre ... ¡vamos mechando! Hubo un señor que nos donó 5 mil dólares. Y sin pedirnos nada a cambio, fue fantástico, ni siquiera quiso que dijéramos su nombre. ¡Fue un acto totalmente desinteresado! También se hacen jineteadas y la sociedad criolla nos da para hacer las tortas fritas y juntar más fondos. También organizamos un campeonato de fútbol con un equipo de acá y nos fue muy bien. Creo que es muy bueno poder ayudarse con las otras comisiones. La Comisión de Fomento Rural también nos ha dado una mano importante.

A todas nos motivaba lo mismo de este proyecto: sabíamos que no había nada para los chicos y siempre creímos que podíamos hacerlo. Yo sentía que tenía las herramientas para sacarlo adelante. ¡Y todas tenemos el mismo espíritu! Yo creo que esto es un gran logro para toda la comunidad, porque el CAIF no solo atiende a los niños: atiende a toda la familia y acá se necesita muchísimo. Pensar que, cuando nosotras estabamos en el jardín, mi clase se mudó tres veces de lugar. Había un maestro - el maestro Carlos- que apareció y puso un jardín que se mudaba de casa en casa.

caif

Me acuerdo clarito cruzar la plaza con la sillita para ir al Palenque, a la Sociedad de Fomento... ¡Y él sin cobrar un peso! como no había fondos, él mismo cambiaba los pañales de tela, y atendia a un montón de nenes con muy pocos recursos. Ese jardín se llamaba “Las ardillitas” y como todas fuimos a ese jardín decidimos ponerle al CAIF.

Ahora tenemos otro trabajo pendiente que es trabajar con el adulto mayor, porque acá no hay nada para ellos tampoco. Por ahora no nos da el tiempo porque le restamos tiempo a nuestras familias para este proyecto y todavía no terminamos de pagar la casa. ¡Pero la idea está!

Creo que mi vocación de servicio empezó con mi abuelo. Él tenía un camión que era un almacén andante y andaba por todo el campo repartiendo cosas. Me acuerdo que me decía ‘fíjate cuánto pan quedó’ y , me decía que lo ponga en bolsitas para repartir. Yo le preguntaba : ¿y cuándo te pagan, abuelo? Y él decía no importa. Esas cosas te quedan, y espero que a nuestros hijos les pase lo mismo con nosotras.

Creo que involucrarse es parte de defender nuestros derechos y hay que animarse a luchar por eso. ¡Es clave no dejarse vencer al primer obstáculo! Si te dicen que no, preguntáte por qué te dicen que no y qué podés hacer para transformar ese no en un sí."



Marcela

"La idea de crear “Las ardillitas del maestro” surgió de manera informal en un cumpleaños. Una de las chicas de la comisión, Leticia Repetto, planteó que tenía esta idea y ahí mismo empezamos..."