LEONARDO
“Vimos que existía una gran falta de seguridad en el tránsito local, principalmente en niños y adolescentes. Muchas veces los chicos salían de la escuela y el liceo por lugares inadecuados y no tomaban las medidas de seguridad correspondientes.
Fue ahí cuando decidimos presentar un proyecto para capacitar a los chicos mediante jornadas de sensibilización. Fue todo un proceso en el que los niños fueron partícipes.
Hace un mes culminamos el ciclo y le entregamos a cada niño un casco y un chaleco para utilizar diariamente. Fue muy positivo porque no se dio como una imposición de las instituciones educativas, sino que ellos mismos tomaron consciencia de la importancia de utilizarlos. Los chicos tenían mucha expectativa de ese momento y no sintieron que era un regalo, sino algo que se habían ganado después de un año y medio de trabajo.
Fueron ellos que buscaron posibles soluciones, analizaron bibliografía y participaron de los talleres formativos.
¡El resultado fue notable! Hoy podemos apreciar que los chicos van a todo tipo de actividades escolares y extracurriculares con sus cascos y chalecos.
En el proyecto participaron muchas personas de diferentes instituciones de la comunidad. Para mí es fundamental que varias instituciones puedan unirse y trabajaren un objetivo común. De nada serviría presentar un proyecto sólo de la escuela si no cuenta con aliados.El tejido de redes entre las instituciones es fundamental para todos los proyectos. Creo que ahí está el gran logro de Tránsito Seguro: más allá de que mejoramos la seguridad vial, los chicos aprendieron a ser solidarios, a plasmar una idea en conjunto y a trabajar de forma cooperativa.”
