Dardo

“Vengo de una familia de bajos recursos y siempre fui un buscavidas. Cuando era gurí mi abuela siempre me decía que veía en mí mucho empuje porque siempre quería juntar un pesito para ayudar en la casa. Trabajé durante años en la industria de la azúcar, tuve dos fruterías, vendí leña y en un momento hasta compré un tractorcito para hacer mantenimiento de jardines.

dardo


Apenas descubrí la apicultura me apasionó. Creo que si volviera a elegir sería apicultor una y mil veces, ¡no lo cambio por nada! Es algo que me hace sentir vivo y con ganas. Al principio no lo veía como algo económico, simplemente me causó curiosidad y ahí empecé con cuatro colmenas.

La labor que hace la abeja en el medio ambiente y en su colmena es apasionante. Lo más admirable de las abejas es su organización de trabajo: ellas nacen y mueren trabajando, dando todo por su núcleo.

Creo que el Grupo de Apicultores que se formó es una gran copia de la colmena. Siempre tratamos de hacer esa labor que hace la abeja, aportando cada uno su granito de arena para lograr un objetivo común. Es un grupo en el que hay mucha calidez humana.

Como director del grupo, mi objetivo es que el interés se vuelva común y que todos luchemos por lo mismo. Creo que para trabajar en equipo es fundamental no ir pensando en qué puedo sacar, sino en lo que puedo dar.

Un gran paso que dimos juntos fue proponernos tener la certificación de miel orgánica, que se vende por un 40 o 50 por ciento más que la miel convencional. Para que la miel sea considerada orgánica es muy importante la cura y la alimentación.

Los predios cobran una gran importancia porque la alimentación de la abeja también tiene que ser orgánica. Las colmenas tienen que estar por lo menos a más de 3 kilómetros de cualquier plantación que en su manejo utilice agroquímicos. En ese sentido, la forestación cumple un gran papel porque las colmenas aprovechan las importantes áreas de monte nativo y pasturas naturales que se encuentran alrededor de las plantaciones forestales que permiten a las abejas obtener una alimentación variada y siempre disponible al refugio de los bosques tanto plantados como naturales, lo que constituye un esquema ideal para la producción de miel. Hoy en día, Montes del Plata nos brinda lugares donde radicamos colmenas y es algo que realmente nos ayudó.”

Mauricio

"No se trata solo de vender miel, sino de conformar un grupo humano. Sacamos a flote la solidaridad, un valor que estaba bastante dormido en el gremio. Logramos tener proyectos en común, ayudarnos y solidarizarnos entre todos."

Diego

"Yo me inicié en la apicultura a los 13 años. Mi padre no era apicultor, pero quería que tuviera las herramientas para poder trabajar en este rubro"